lunes, 27 de abril de 2015

historia

En los años veinte las guitarras se usaban en jazz y para acompañar bailes: el protagonismo que tradicionalmente había tenido el banjo hasta entonces fue desapareciendo en favor de los modelos como la Gibson L-5. Debido al poco volumen natural de la guitarra, comparada con otros instrumentos, su utilización se limitaba por lo general al acompañamiento rítmico. La solución apareció con el desarrollo de la pastilla magnética.
Buscando cómo resolver el problema del volumen de la guitarra, Lloyd Loar, uno de los ingenieros de Gibson, empezó a experimentar con imanes, y ya en 1924 diseñó una primera pastilla que podía instalarse en una guitarra tradicional de seis cuerdas. Gibson no supo valorar la importancia de este hecho, y Loar acabó por fundar su propia empresa, Vivitone, donde empezó a producir sus sistemas de pastillas sensoras en los años treinta; antes ya había tenido un papel muy activo en el desarrollo de la extraordinaria L-5.
El mayor avance se produjo en 1931, cuando Paul Barth y George Beauchamp, empleados de la Compañía Nacional en California, que también había estado creando pastillas, se asociaron con Adolph Rickenbacker para formar la "Electro String Company", la primera en comercializar instrumentos eléctricos. Juntos crearon las guitarras de acero y aluminio fundido, conocidas como "sartenes" por su forma.
En 1932 Rickenbacker probó su nuevo invento con la guitarra, creando la primera guitarra eléctrica, la "Electro Spanish". Era un diseño básico de tapa abombada provista de la misma pastilla magnética en forma de herradura de la "sartén". Sin embargo, sería la famosa Gibson ES-150, lanzada en 1935, la que cautivó al guitarrista de jazz Charlie Christian, y fue precisamente él el responsable, más que ningún otro músico, d proponer la guitarra eléctrica como un instrumento musical serio.


Durante los años cuarenta, varias personas sin relación alguna se dispusieron a diseñar y fabricar una guitarra eléctrica compacta. Aunque no se sabe quién lo consiguió primero, lo cierto es que Les Paul y Paul Bigsby fueron los verdaderos pioneros. Leo Fender fue el responsable de dar a conocer la idea.
El principal problema de incorporar pastillas a las guitarras acústicas era que, si el volumen del amplificador era demasiado alto, el sonido del altavoz hacía vibrar el cuerpo de la guitarra produciéndose una molesta distorsión del sonido conocida como "feedback" o realimentación. La solución lógica era aumentar la masa del instrumento, para reducir su capacidad de vibración; de aquí que aparecieran las guitarras eléctricas compactas (o de cuerpo sólido).
No hay acuerdo respecto a quién fue el que creó la primera de ellas. A principios de los años cuarenta el guitarrista de country-jazz Les Paul creó su propia guitarra "Log" (tronco), usando un mástil Gibson adherido a un bloque de madera de pino, sobre el cual se montaron las pastillas y el puente. Cuando trató de vender la idea a Gibson, éste no demostró ningún interés en ese momento. Otro candidato era Paul Bigsby, quien, ayudado en el diseño por el guitarrista de country Merle Travis, creó una forma con claras influencias de los diseños de Fender. Se fabricaron una docena de instrumentos, por lo que cabe hablar de la primera producción de guitarras eléctricas compactas.
Leo Fender es el nombre más importante en la historia de estas guitarras. Propietario de una tienda de reparaciones de aparatos eléctricos, fundó en 1946 la "Fender Electrical Instrument Company" para la fabricación de guitarras eléctricas y amplificadores. Dos años más tarde, juntamente con uno de sus empleados, George Fullerton, decidió crear una línea de producción de guitarras eléctricas compactas. En 1950 su diseño vio la luz por primera vez: La "Fender Broadcaster". Un año después, obligado por la empresa Gretsh que fabricaba tambores "Broadcaster", rebautizó su instrumento con el nombre de "Telecaster".
Presa de pánico por el éxito de este primer instrumento compacto, Gibson se puso otra vez en contacto con Les Paul, de quien se había reído por sus "palos de escoba con pastillas" unos años antes, y le propuso que tomara parte en la creación de un instrumento rival. La nueva guitarra, lanzada al mercado en 1952, llevaba su propio nombre: la Gibson Les Paul Standard, a la cual Fender respondió, dos años más tarde, con la "Stratocaster", tal vez la más famosa de todas. Las dos guitarras de Fender se fabrican desde entonces y siguen siendo dos de las guitarras eléctricas más populares que se hayan hecho jamás. La de Les Paul tuvo un bajón entre 1961 y 1967, aunque la demanda de modelos clásicos la llevó a un relanzamiento exitoso. Ésta última se continúa produciendo desde entonces, aunque las originales de finales de los años cincuenta se consideran hoy en día piezas de coleccionista, y es más probable encontrarlas en la caja fuerte de un banco que en un concierto de rock.
Aunque Fender y Gibson con los fabricantes de guitarras eléctricas más famosos, también ha habído otros buenos fabricantes.
Hay que admitir que en los últimos 40 años ha habido pocos cambios de fondo en el mundo de la guitarra. Los fabricantes han probado nuevas formas: la Steinberg "sin cabeza" fue popular durante un breve tiempo en los años ochenta, mientras que la guitarra acústica Ovation, con la espalda redondeada, creada a finales de los años setenta, ha permanecido como estándar de su clase. También han probado nuevos materiales: Dan Armstrong creó instrumentos con cuerpo de plástico, y Kramer utilizó mástiles de aluminio y, aunque en ambos casos se reducía su peso, los intérpretes las siguieron prefiriendo de madera. También se han producido cambios radicales en la manera de tocar.
A principios de los años ochenta mucha gente pensó que el siguiente paso en la evolución de la guitarra sería un instrumento híbrido con sintetizador.
Ejemplo de ello fueron el Synthaxe y el Stepp, ciertamente muy impresionantes, pero de coste elevado. El fabricante japonés Roland creó un sistema de conectores MIDI que puede colocarse en una guitarra estándar y que permite controlar unidades MIDI externas con gran precisión. A pesar del empeño que puso en ello, los guitarristas que tocan con sintetizador continúan siendo pocos.

Por lo que respecta a los periféricos, como el amplificador, efectos y amplificación, los diseños ingeniosos (como el sistema de bloqueo de Floyd Rose) y la tecnología digital han producido los mejores adelantos. En cuanto al instrumento se refiere, parece que para la gran mayoría de los intérpretes ya se ha inventado el formato perfecto, y ello quizá sea debido a que los compradores de guitarras son, por lo general, muy conservadores. No deja de resultar extraño que el más querido y deseado instrumento sólido sea un modelo creado hace casi medio siglo. Podría deberse a cierta nostalgia -entre quienes vean una Gretsch Double Anniversary como una asequible alternativa a una Coupe de Ville clásica-, pero la razón podría ser más sencilla: quizá los gustos de Leo Fender, Paul Bigsby, Merle Travis y Les Paul fueran acertados desde el principio.

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